Add parallel Print Page Options

Has sido paciente, y por obedecerme has sufrido mucho. Pero aun así no te has cansado de obedecerme.

’Sin embargo, hay algo que no me gusta de ti, y es que ya no me amas tanto como me amabas cuando te hiciste cristiano. Por eso, acuérdate de cómo eras antes, y vuelve a obedecer a Dios. Deja de hacer lo malo, y compórtate como al principio. Si no lo haces, yo iré a castigarte y quitaré tu candelabro de su lugar.

Read full chapter